Era el dios serpiente del inframundo en la mitología egipcia. Era la personificación del mal y el caos. Era el enemigo del dios sol Ra. Se creía que cada noche se libraba una lucha entre este y Ra del que Ra debía salir vencedor para que la barca solar y con ello el sol apareciese cada día. Cuando había un eclipse se consideraba que había ganado la batalla temporalmente a Ra. También se decía que su rugido hacía estremecer incluso al dios Ra y que su ira provocaba los terremotos y las grandes tormentas. Los sacerdotes de Amón-Ra coreaban hechizos y ejercían rituales para ayudar a Ra a derrotar a la serpiente.
Se consideraba que existía en los comienzos del mundo representando el caos primigenio y la oscuridad anterior al orden divino, también se decía que había surgido después de que el dios Neith escupiera en las aguas primigenias.
